Exposició temporal 2

"L’ocell canta, Baya pinta. Fatma Haddad (Baya). Bordj-el-Kifan, 1931 - Blida, 1998. Algèria. Col·lecció Salim Becha".

29/02/2024 - 23/06/2024

A cargo de Pilar Bonet

Baya dibuja con el pincel, a la aguada y sobre papel. Horas y horas, trazando una escritura gráfica de líneas ondulantes y formas botánicas que nos muestra preciosos jardines secretos. Las protagonistas de su paraíso pintado son siempre mujeres, figuras de pelo largo y ojos cósmicos que conviven en armonía entre animales y vegetación, rodeadas de cerámicas, instrumentos musicales o tejidos. Las aves bordean las mujeres con su canto y colores, mientras Baya las fusiona en un ritual mágico de transformación: los peces vuelan, los pájaros caminan, los caballos escuchan o las mandolinas levitan. Es un mundo feliz.

La artista tiene predilección por escenas mágicas y simbolismo arcano que perduran en las artesanías del norte de África. Pinta escenas alegres y exquisitas, inspiradas en la poética arábiga y las raíces de la antigua cultura mediterránea. Un espíritu que ella lleva dentro y mantiene a lo largo de su vida, así como preserva su modo de vestir y la práctica religiosa con devoción. Sus dibujos tienen líneas negras de contorno y parecen dinámicas escrituras resonando en voz alta, como la tradición ágrafa bereber. Las pinturas y la cerámica germinan entre perfumes del legendario Oriente.

Los viajes europeos de Baya no determinarán su trabajo y permanece siempre fiel al mundo y la cultura de sus ancestros. Tampoco adopta el lenguaje de los artistas famosos que conoce en Francia. A Baya no le hace falta aprender de Picasso, a quien conoce en Vallauris en 1948, ni de la vanguardia europea aunque participe con tres pequeñas esculturas en la Exposition Internationale du Surréalisme. Su primera muestra individual tiene lugar en la Galerie Maeght de París en 1947, pero ella preferirá disfrutar de la inauguración explicando cuentos a un hijo de los galeristas.

Es una artista antigua, una visionaria del tiempo inmemorial que sedimenta en las tradiciones y la cultura de las mujeres, la cultura del amor y el respeto a la vida. Su creatividad brota de los recuerdos de su madre, a quien perdió cuando era pequeña, y la tradición de las historias de transmisión oral del norte de África que narra o ilustra a sus seis hijos y también a todo el mundo.

Las visiones interiores de la artista poseen la luz de los materiales naturales y la vibración de energía del cosmos. Su creación es una búsqueda de la armonía prenatal, de los orígenes de un mundo placentero donde todo es libre, eterno y universal. Baya es la visionaria que lleva en el alma los brillantes colores de los tejidos de las mujeres de su cultura kabila, en el norte de Argelia.

Baya se adentra en lo invisible y transforma nuestra mirada occidental del arte. Es la Magicienne [Maga], la Visionnaire [Visionaria], la Enchanteresse [Encantadora], la Fleur [Flor]. En palabras de Albert Camus, “c’est la princesse au milieu des barbares” [es la princesa en medio de los bárbaros], refiriéndose al mundo del arte. Y es la mujer que nos confía su secreto más maravilloso en esta íntima declaración: “Je ne sais pas, je sens…” [Yo no sé, yo siento…][1]

Pilar Bonet Julve

[Visionary Women Art – Research Group]

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[1] Los términos en francés y los comentarios que se reproducen en este texto, entrevistas a Baya y textos críticos de diferentes autoras se encuentran en el magnífico libro que se editó con motivo de la última exposición de esta artista argelina: Baya. Femmes en leur Jardin. París: Institut du Monde Arabe, Musées de Marseille, 2023.